Orquesta Clásica
(1750 - principios S. XIX)
Aquí ya hay una estabilización lograda, donde la orquesta está conformada por:
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Cuerdas: violines (primero y segundo), violas, cellos y contrabajo
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Maderas: 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes y 2 fagots
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Metal: 2 trompas, 2 trompetas, timbal.
Se mantiene la jerarquía de las cuerdas.
Aumentan en número los instrumentos de madera que ya eran parte de la orquesta, y además se integra a ésta el clarinete. Era usual ocupar las maderas para llevar ciertas melodías específicas, y también se ocupó bastante haciendo notas como pedal armónico (sobretodo el oboe). A finales del clasicismo, el fagot empieza a independizarse un poco de su habitual uso de doblar la voz de los cellos y contrabajos.
En la familia de los metales, se integra la trompa (ya había comenzado a usarse a finales del barroco), la cual también sirve de pedal armónico, y lo mismo sucede con la trompeta, que pasa de llevar harto las melodías a hacer más de acompañamiento, debido a que el mecanismo de la trompeta natural, sin válvulas, no daba abasto para los requerimientos de los compositores.
Debido a que los metales se usaban como pedal armónico, cada vez fue menos necesario el uso de un continuo. Es así que el clavecín se ocupó sólo a comienzos del período clásico de forma permanente, y después ya cada vez menos.