Orquesta del Siglo XIX

 

En este siglo se hace muy importante el tema de la orquestación: cada nota, acorde, timbre y matiz.

 

Instrumentos:

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• Cuerda: violines (primero y segundo), violas, cellos, contrabajos, arpa y piano.

• Maderas: flautas, flautín, oboes, corno inglés, clarinetes, clarinete bajo, fagot y contrafagot.

• Metal: trompetas, trompas, trombones, tuba.

• Percusión: timbal, platillos, triángulo, xilófono, celesta.

 

El contrabajo se comienza a independizar, y ya no hace sólo duplicación del cello. El arpa con pedales se desarrolló a fines del S. XVIII, y en el siglo XIX ya pasa a ser parte formal de la orquesta. Antes era un arpa cromática, lo cual dificultaba bastante su interpretación.

 

En las maderas hay un progreso en su construcción, y se añaden instrumentos auxiliares, principalmente para ampliar el registro. El flautín amplía el registro de la flauta ascendentemente, y el corno inglés, el clarinete bajo y el contrafagot lo hacen descendentemente al oboe, clarinete y fagot, respectivamente. El corno inglés, que se había usado bastante en el barroco, cayó en desuso en el clasicismo, y vuelve a integrarse en la orquesta de este siglo. Es aquí, en la orquesta del S. XX, cuando destacó asombrosamente el clarinete, llamado “el ruiseñor de la orquesta”.

 

Sucede algo parecido con los metales, donde el avance en la metalurgia perfecciona a estos instrumentos, los que son explotados durante este siglo. La trompeta, ahora con válvulas, vuelve a usarse. El trombón empieza a usarse cada vez a más a partir de Beethoven, y la tuba, el bajo de los metales, se introduce en la orquesta a finales de este siglo con Wagner.

 

En cuanto a la percusión, en este siglo comienzan a usarse de manera intermitente otros instrumentos como el xilófono, los platillos, el triángulo y la celesta, siendo este último uno de los más usados en la orquesta. Además, luego de que Beethoven lo hiciese por primera vez, el timbal empieza a tener partes de solistas, cosa que antes jamás hubiese sido pensada.